De Marco Beltrán
La pandemia del COVID-19 ha impedido que muchos niños reciban servicios integrales de Head Start. Los programas Head Start siempre han desempeñado un papel importante para ayudar a apoyar a los niños, y nuestros niños continúan teniendo acceso a atención médica de salud, salud del comportamiento y salud oral, y están al día con sus vacunas y pruebas diagnósticas de la salud. Aunque muchos de nuestros niños tienen acceso a los servicios de salud necesarios, sabemos que los desafíos que existían antes de la pandemia del COVID-19 persisten y muchos han empeorado. Entendemos que a muchos de ustedes les preocupa que los niños elegibles para Head Start no hayan tenido acceso continuo a los servicios de salud y no hayan podido cumplir con las visitas de atención médica preventiva y las vacunas de rutina. A medida que Head Start reanuda los servicios presenciales para los niños, los programas pueden trabajar con el Comité Asesor de los Servicios de Salud y los socios comunitarios para ayudar a atender estas necesidades. Los niños y las familias necesitan los servicios integrales del programa Head Start ahora más que nunca.
Para reanudar los servicios presenciales de manera segura, los programas Head Start deben efectuar estrategias de reducción de los riesgos del COVID-19 que son fundamentales para proteger a todas las personas. Esto es especialmente importante para los niños y el personal que no están completamente vacunados y en zonas con tasas de transmisión comunitaria de moderadas a altas. Esta es nuestra realidad actual:
- Los niños de Head Start y Early Head Start aún no son elegibles para ser vacunados.
- Bajas tasas de vacunación en comunidades donde el virus puede estar circulando de manera más prominente.
- Un aumento de la transmisión comunitaria de la variante delta, que se propaga más fácilmente entre los niños o resulta en enfermedades más graves en los niños infectados con el COVID-19.
Como comunidad de Head Start, nuestra prioridad es mantenernos a la vanguardia del virus y efectuar una estrategia de reducción de los riesgos estratificada que incluya estas siete estrategias:
- vacunas,
- uso de mascarillas,
- pruebas diagnósticas de salud,
- distanciamiento social,
- ventilación,
- higiene de las manos,
- limpieza.
Al igual que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, sigla en inglés) enfatizamos un enfoque estratificado. La ciencia demuestra que, cuando se efectúan correctamente, el uso conjunto de estas estrategias reduce la probabilidad de infección por el COVID-19. Continuamos alentando a los programas a tomar todas las decisiones en colaboración con los funcionarios de salud locales. Los funcionarios de salud locales pueden ayudarle a evaluar el nivel de mitigación de riesgos necesario según las tasas actuales de transmisión comunitaria del COVID-19 y la capacidad de los sistemas locales de salud pública y atención médica.
Reconocemos que muchos de nuestros programas están en comunidades y atienden a familias que se han visto afectadas desproporcionadamente por el COVID-19. Los programas Head Start son una parte importante de la infraestructura de sus comunidades y pueden desempeñar un papel fundamental en nuestra lucha contra el COVID-19. Las vacunas contra el COVID-19 se han convertido en una estrategia crítica de reducción de los riesgos para nosotros. Sabemos que vacunarse es la forma más segura de protegerse y de proteger a las personas con las que viven y trabajan para evitar que contraigan el COVID-19. Por esa razón, los programas Head Start están mejor equipados para:
- Divulgar la iniciativa de vacunación al personal y las familias.
- Convertirse en un sitio de vacunación para el personal y las familias.
- Adaptar y divulgar los mensajes de la vacuna contra el COVID-19 (en inglés y español) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, sigla en inglés) que se ajusten a su programa.
Efectuar de manera consistente las siete estrategias de reducción de los riesgos para prevenir la transmisión del COVID-19 es fundamental para proporcionar servicios integrales de Head Start presenciales y mantener abiertos los programas. De este modo, podemos invertir la tendencia del número de niños que no pudieron tener una ventaja durante la pandemia del COVID-19.
Marco Beltrán posee un Doctorado en Salud Pública y es el líder de los Servicios de Salud de la Primera Infancia para la Oficina Nacional de Head Start.