Entornos de aprendizaje

Hablemos de... Salgamos afuera

El boletín electrónico Hablemos de... apoya a maestros, visitadores del hogar y padres para que proporcionen cuidado de calidad para los bebés y niños pequeños. Aprenda sobre la planificación del tiempo al aire libre con los bebés y niños pequeños en su programa. 

Introducción
Currículo al aire libre
Planificar con los padres
¡Salgamos afuera!
Conclusión 

Ver la versión en PDF: Hablemos de...Salgamos afuera (en inglés)

Introducción

Eche un vistazo a su plan de lecciones. ¿Qué pone en la sección "tiempo al aire libre"? ¿Qué? ¿No hay lugar en el plan de lecciones para el tiempo al aire libre? Bueno, entonces esta es una gran oportunidad para aprender sobre la planificación para el tiempo pasado afuera con los bebés y niños pequeños.

Los bebés y niños pequeños son aprendices muy sensoriales. Los bebés a menudo miran fijamente un objeto, lo sostienen, lo sacuden, lo saborean y lo huelen mientras exploran algo (o alguien). Aprender sobre el mundo natural y lo que sucede al salir al aire libre ocupa todos los sentidos de un niño pequeño. La luz, el aire y el espacio invitan diferentes tipos de juegos y nuevas formas de interactuar con los materiales y entre sí. Estas experiencias pueden dar a los maestros y a las familias oportunidades de observar a los niños explorando y descubriendo.

Los bebés y niños pequeños aprenden tanto cada día que es importante aprovechar cada momento al máximo. A menudo, pensamos en estar afuera como un tiempo para desarrollar las habilidades motoras gruesas. Tener tiempo y espacio para un juego muy activo es estupendo, pero estar afuera ¡también ofrece oportunidades ricas para el aprendizaje del lenguaje, sociales y de la naturaleza! Observe lo que les interesa a los niños, tanto en el interior como afuera y entonces planee expandir sus experiencias de maneras que se involucren y deleiten sus sentidos.

Currículo al aire libre

La proveedora del cuidado infantil familiar, Kayla, observa a Daphne, de 9 meses, mientras mira fijamente como una suave brisa cruje las hojas de un árbol. Daphne señala el árbol y dice: "¡Da!". Kayla dice, "Ves las hojas moverse, ¿no es así Daphne? Es la brisa". Al día siguiente, Kayla saca las campanitas de viento afuera. Ella las sostiene para que Daphne y los otros bebés las vean y oigan el movimiento de las campanillas. Mientras los niños observan, Kayla cuelga las campanillas en una rama del árbol. La próxima brisa hace que suenen al lado de las hojas que crujen, mientras los niños observan maravillados. "La brisa está moviendo esas campanillas; ¿Pueden oírlas?", les dice Kayla.

El proceso de planificación para los bebés y niños pequeños es similar para las experiencias en el interior y al aire libre. Las decisiones sobre qué experiencias ofrecer deben basarse en el aporte de la familia, los objetivos individuales del niño y las observaciones. Cuando Kayla observó que Daphne estaba interesada en la brisa que movía las hojas, vio una oportunidad. Ella fue capaz de proporcionar una experiencia que sería una base del interés de Daphne y de su aprendizaje. Añadiendo campanillas de viento al árbol, ella estaba ayudando a Daphne a comprender la palabra brisa, la música y la causa y el efecto. Kayla está utilizando el entorno al aire libre para crear experiencias de aprendizaje. Con el tiempo, la experiencia de sentir y ver el efecto de una brisa conducirá a Daphne y a sus amigos a una comprensión de este concepto abstracto.

Observar lo que les interesa a los bebés y niños pequeños es el comienzo de la planificación. Daphne estaba observando a Kayla y pensando en lo que Kayla podría estar experimentando y lo que podría interesarla. Cuando los niños tienen tiempo al aire libre, es genial incluir el juego libre, pero el juego libre todavía implica la observación y la participación del maestro. Observar lo que los niños eligen hacer, si prefieren la caja de arena o los juguetes de empujar, puede conducir a actividades individualizadas dirigidas a los niños y facilitadas por el maestro.

Planificación con los padres

Christina, la madre de Anthony, de 6 meses de edad, ha oído que es importante que los niños pequeños pasen tiempo al aire libre. Ella lo lleva a pasear en su cochecito, pero quisiera más ideas para pasar tiempo al aire libre. Christina ha pedido a su visitadora del hogar, Anita, que le ayude con algunas ideas. Mientras planea para la próxima visita, discuten cuánto le gusta a Anthony salpicar agua durante su baño. Anita sugiere salir afuera con una pequeña bandeja de agua para que Anthony juegue.

Cuando Anita regresa la semana siguiente, Christina saca una bandeja de hornear y una taza de agua tibia. Anita extiende una manta en el suelo y tiene una toalla cerca. Anthony observa como su madre vierte agua a la bandeja, apenas de mitad de pulgada de profundidad y pone la mano tentativamente para tocarla. Pronto se pone a salpicar y se ríe, disfrutando de la sensación de las gotas de agua que vuelan de sus dedos a su cara. ¡Viendo lo mucho que Anthony disfruta del agua ayuda a Christina y Anita a planificar su próxima visita a casa!

Sacar a los bebés y niños pequeños afuera puede ser tan simple como abrir la puerta. Hable con las familias sobre el valor de pasar tiempo al aire libre con los niños pequeños y pregúnteles qué piensan que los niños podrían estar interesados en hacer afuera. Trabaje individualmente con cada familia para planear las actividades que más le interesen a su hijo. Aquí hay algunas cosas divertidas para hacer con los bebés y niños pequeños al aire libre:

  • Dar un paseo muy lento. A menudo, cuando caminamos, estamos intentando llegar a algún lugar. Las grietas en la acera con malezas o las virutas de madera alrededor de un árbol son detalles que apenas notamos, ¡pero para los niños pequeños son nuevas experiencias! Imagine ver por primera vez la maravilla de una flor que sale de una acera. Piense en las preguntas que pueda generar una pila de virutas de madera para un niño curioso. Dé un paseo sin destino y permita que los niños se paren y exploren el mundo que los rodea.
  • Soplar burbujas. Las burbujas son una manera maravillosa de disfrutar al aire libre. Verlos crecer, flotar suavemente alrededor y luego estallar puede ser continuamente entretenido. ¿Quiere hacer sus propias burbujas? Mezcle una parte de detergente líquido a 10 partes de agua y una cucharadita de glicerina líquida (o jarabe de maíz). Deje que la mezcla toda la noche y ¡ya tiene una solución de burbujas casera!
  • Participar en juegos de agua. No necesita una mesa de agua cara para disfrutar de juegos de agua al aire libre. Una bandeja de hornear, un envase de plástico o un cubo pequeño puede proporcionar un montón de entretenimiento. Agregue algunas esponjas, cucharas y tazas de plástico,tazas medidoras, embudos u otros artículos irrompibles de alrededor de la cocina y los niños se inventarán la actividad por sí mismos. (Asegúrese de que el agua sea poco profunda — menos de media pulgada para los bebés pequeños. SIEMPRE supervise los juegos del agua).

¡Salgamos afuera!

Jason y Audrey han notado que los niños mayores en su grupo parecen aburridos cuando están afuera. Los niños se pelean por los muchos juguetes de empuje, vagan sin rumbo y se quejan más de lo habitual. Los maestros discuten lo que pueden hacer para que el tiempo sea más atractivo. Dentro, los niños han estado pintando mucho y jugando con animales de juguete durante el juego libre. Al día siguiente, Jason pega papel grande en la valla y proporciona un poco de acuarela líquida diluida y grandes pinceles, mientras que Audrey lleva un cubo de animales a la caja de arena. Los maestros y los niños están tan ocupados con estos "nuevos" materiales que pasan mucho más tiempo de lo habitual afuera.

Casi todo lo que se puede hacer dentro se puede hacer fuera. Considere qué materiales "interiores" se podían llevar fácilmente afuera para una experiencia totalmente diferente. Basándose en sus observaciones de los niños en el aula, decidieron ampliar su aprendizaje sacando los materiales afuera. Es muy posible que los animales se ensucien y las pinturas puedan derramarse, pero estos maestros se sienten a gusto con eso. Las familias y los maestros pueden decidir juntos con qué se sienten a gusto para las actividades al aire libre. Una vez que lleve las experiencias afuera, observando y documentando lo que sucede y luego compartiendo su información con las familias, puede encontrar que ¡todo el mundo tiene algunas ideas increíbles para el tiempo afuera!

Conclusión

Pasar tiempo al aire libre es una parte importante de cómo los bebés y niños pequeños pueden aprender acerca de su mundo. Encontrar maneras de apoyar este aprendizaje es un regalo que las familias y el personal pueden dar a los niños pequeños. Al salir a explorar, recuerde lo siguiente:

  • ¡Todos deben llevar la ropa adecuada, incluyendo los adultos! Si está nevando y los niños llevan monos de nieve pero los adultos están en pantalones vaqueros, es probable que los adultos tengan mucho frío antes de que los niños terminen de explorar.
  • Haga comprobaciones de seguridad todos los días. Asegúrese de que el entorno esté libre de cualquier basura y que los caminos no tengan arena u otros elementos que podrían causar que un niño pequeño resbale.
  • ¡Diviértanse! Disfrute cavando en la caja de arena, mirar a través de la valla, observar a los pájaros y cualquier otra cosa que usted note a través de los ojos de un niño.