La Oficina de servicios comunitarios ha creado esta guía para informar mejor a los concesionarios, al personal del programa Head Start y a otras organizaciones de servicios familiares sobre la definición, la necesidad y el papel de las mejores prácticas en el sector de entidades sin fines de lucro. Aunque las mejores prácticas se usaron extensamente por primera vez en los negocios, las organizaciones sin fines de lucro siguen reconociendo la necesidad de adoptar metodologías de mejores prácticas para lograr eficazmente la misión de una organización y cumplir sus objetivos.
El proceso de identificación e incorporación de las mejores prácticas se utilizó por primera vez ampliamente en el sector empresarial en áreas tales como operaciones de fabricación, tecnología de la información y gestión de la atención médica. En la última década, se hicieron cada vez más esfuerzos para fomentar la adopción de metodologías de mejores prácticas dentro del sector de entidades sin fines de lucro. Si bien se han logrado algunos avances, la amplia aceptación de las mejores prácticas como herramienta de gestión clave para el sector sin fines de lucro solo ha sucedido en los últimos años.
A medida que ha aumentado la conciencia sobre el tema de las mejores prácticas, ha surgido la necesidad de desarrollar un conjunto de habilidades estandarizadas para identificar, validar y promover las mejores prácticas. Hasta la fecha, este conjunto de habilidades ha radicado predominantemente en instituciones basadas en la investigación, como universidades e institutos de investigación de políticas. Más recientemente, ha comenzado el trabajo para definir y desarrollar metodologías más ampliamente utilizadas por las organizaciones e intermediarios sin fines de lucro. Puesto que estas organizaciones profesionales generalmente se enfocan en proporcionar servicios directos del programa o en actividades de desarrollo de capacidades, a menudo no tienen acceso a las habilidades de investigación u otros recursos utilizados por las instituciones de investigación para identificar las mejores prácticas. Sin embargo, las entidades sin fines de lucro tienen una necesidad definitiva de herramientas accesibles y útiles para abordar las cuestiones de identificación y promoción de mejores prácticas.
También es importante tener en cuenta que actualmente no existe ninguna sola definición normalizada por lo que constituye una mejor práctica dentro del sector sin fines de lucro. Un repaso de la literatura sobre mejores prácticas en el sector sin fines de lucro indica claramente que las diferentes organizaciones utilizan diferentes criterios para identificar una mejor práctica. Esto también es cierto en todos los sectores — se utilizan diferentes definiciones dentro del mundo de los negocios y la industria de la salud, por ejemplo.
Además de una variedad de definiciones, también existe un acuerdo limitado sobre los términos utilizados para referirse a una mejor práctica. A menudo, los términos, "mejor práctica" y "práctica eficaz" se usan indistintamente para referirse al mismo conjunto de criterios. Y algunas organizaciones identifican la amplia categoría de prácticas óptimas o eficaces y luego diferencian los niveles de prácticas dentro de la definición más amplia.
A pesar de estas amplias variaciones en las definiciones y la terminología, un repaso preliminar de la literatura de los profesionales en lo que se refiere al sector sin fines de lucro sugiere que existe un uso y criterios comunes para identificar las mejores prácticas. Por ejemplo, una definición general de trabajo utilizada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos al referirse a una práctica prometedora es:
"Un 'modelo prometedor' se define como uno con al menos evidencia preliminar de eficacia en intervenciones de pequeña escala o para el cual existe potencial para generar datos que serán útiles para tomar decisiones sobre cómo llevar la intervención a escala y generalizar los resultados a diversas poblaciones y lugares".
Para los propósitos de esta guía, es útil distinguir entre tres diferentes tipos de prácticas: mejores prácticas validadas por la investigación, mejores prácticas probadas en el campo y prácticas prometedoras.
- Mejores prácticas validadas por la investigación
Un programa, actividad o estrategia que tiene el más alto grado de eficacia comprobada, respaldada por una investigación y evaluación objetiva e integral. - Mejores prácticas probadas en el campo
Un programa, actividad o estrategia que se ha demostrado que funciona de manera eficaz y produce resultados exitosos y que en cierta medida es respaldada por fuentes de datos subjetivas y objetivas. - Prácticas prometedoras
Un programa, actividad o estrategia que ha funcionado dentro de una organización y que se muestra prometedora durante las primeras etapas para convertirse en una mejor práctica con un impacto sostenible a largo plazo. Una práctica prometedora debe tener algún fundamento objetivo para hacer valer la eficacia y debe tener el potencial de replicación entre otras organizaciones.
El siguiente cuadro muestra una comparación de los criterios que caracterizan cada tipo de práctica:
Criterios para diferenciar tipos de prácticas
Mejor práctica validada por la investigación |
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Mejor práctica probada en el campo |
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Práctica prometedora |
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La diferenciación entre las mejores prácticas validadas y comprobadas en el campo reconoce que gran parte del trabajo con los profesionales para identificar las mejores prácticas no pasa, y de manera realista no puede pasar, el alto estándar de investigación debido a limitaciones de recursos en el tiempo del personal y las finanzas de la organización.
Como resultado, nos enfocaremos en las mejores prácticas probadas en el campo con la intención de que el conocimiento y las herramientas aquí proporcionadas permitan a los intermediarios (socios, organizaciones religiosas y comunitarias) y las FBCO avanzar hacia un mayor grado de excelencia programática y organizacional a través de la identificación e incorporación de las mejores prácticas probadas en el campo. Con el fin de cumplir con este objetivo, la guía se basa en la teoría proporcionada por la comunidad académica para un enfoque y una metodología sólida, pero se inclina hacia el profesional en términos de implementación.
Para los propósitos de esta guía, una práctica califica como una buena práctica cuando cumple con los siguientes criterios:
- Aborda un problema común experimentado por una amplia gama de organizaciones.
- Trabaja con eficacia para abordar el problema en más de una configuración organizacional y más de un contexto.
- Ha demostrado replicabilidad por lo menos en una escala limitada.
- Se compara positivamente con los datos recopilados de otras organizaciones y estudios de investigación de otras prácticas que abordan el mismo problema.
- Muestra datos de apoyo de las evaluaciones funcionales internas o evaluaciones finales externas.
Última actualización: June 4, 2024